El C.S.O “Anaruz n Timizar” (en lengua amazigh: “La esperanza de los pueblos”) tras más de cuatro meses de ocupación, limpieza y acondicionamiento, esfuerzo, ilusión y compromiso y cuando estaba apunto de abrirse al pueblo para que allí pudiesen tener lugar actividades por y para la comunidad, es brutalmente asaltado por varios individuos a sueldo de la empresa Construcciones Daltre. Como si de un episodio mafioso sacado de los años del pistolerismo se tratase, la voz del pueblo y la ilusión de unos jóvenes decididos a continuar creando alternativas a la triste y miserable vida que nos depara el capitalismo salvaje, son aplastadas por unos mercenarios sin escrúpulos. Techos derruidos, daños en puertas y mobiliario, bienes personales robados y el agravante de dejar a dos perros en la calle son el resultado de este ataque impunemente perpetrado. Tan sólo una pintada en las paredes “Peligro” como paradójica advertencia que atestigua qué podemos esperar si decidimos saltarnos la norma del poderoso y construir un futuro digno por nosotras mismas.
Este hecho se añade a la situación de emergencia que viven proyectos sociales y culturales de corte crítico y/o anticapitalista: Radio Pimienta, Radio San Borondón por citar algunos medios de comunicación, las últimas y desproporcionadas detenciones contra activistas de los diferentes movimientos sociales del archipiélago, o el propio proceso de desahucio que vive el C.S.O Taucho responden a una lógica que más allá de la tradicional represión del Estado, ampara el grito de alarma de la oligarquía local que en tiempos de crisis más que nunca, redobla su afán de obtener beneficios económicos a cualquier costa. Los desahucios contra personas y familias enteras, que se suceden cada día en nuestra tierra, con el beneplácito de autoridades e instituciones, demuestran que el límite no existe cuando se trata de someter a las personas a la cruel lógica del “libre mercado”.
Nuestra muestra de solidaridad con todas esas personas que sufren la peor de las agresiones tolerables como es la usurpación de sus hogares por parte de quienes poseen bancos, entidades financieras y constructoras. Los ricos cada vez más ricos y los pobres más pobres. Nuestro apoyo y muestra de compañerismo a quienes como en el caso del C.S.O Anaruz, han comprobado como el dinero es la única ley, pasando por encima de su sueño de poder abrir un espacio para impartir clases de refuerzo gratuitas para niños, talleres sobre ecologismo y agricultura urbana, proporcionar un lugar de encuentro y coordinación para colectivos como la Plataforma por la dignidad de las Personas sin Hogar, un comedor popular para gente sin recursos, entre otras muchas actividades que desgraciadamente quedaron arruinadas…de momento.
No queremos dejar de destacar la labor que pese a todo se viene desarrollando desde diferentes puntos de nuestra geografía, especialmente reseñable la actividad de el C.S.O Humiaga, el C.S.O.A La Tomatera, o el recientemente abierto C.S.O El Palomar u Hotel Social Okupado en Las Palmas de Gran Canaria todos ellos, que con su tesón y valentía suponen un ejemplo con el que ilusionarnos y seguir adelante.
¡Basta de represión! ¡Ni una agresión más! ¡Detengamos el fascismo!
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